1 cuota de $25.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.000 |
3 cuotas de $8.333,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.000 |
2 cuotas de $14.792,50 | Total $29.585 | |
6 cuotas de $5.512,92 | Total $33.077,50 | |
9 cuotas de $3.900,28 | Total $35.102,50 | |
12 cuotas de $3.091,67 | Total $37.100 | |
24 cuotas de $2.218,85 | Total $53.252,50 |
3 cuotas de $10.085,83 | Total $30.257,50 |
3 cuotas de $10.652,50 | Total $31.957,50 | |
6 cuotas de $5.866,67 | Total $35.200 |
6 cuotas de $5.908,75 | Total $35.452,50 | |
9 cuotas de $4.421,39 | Total $39.792,50 | |
12 cuotas de $3.621,04 | Total $43.452,50 |
18 cuotas de $2.519,86 | Total $45.357,50 |
El alma de la toga
Angel Ossorio. -
1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Praxis Jurídica Ediciones, 2025.
248 p. ; 23 x 12 cm.
ISBN 978-631-90892-3-3
El alma de la toga (1919), de Ángel Ossorio y Gallardo, es una obra destinada a enaltecer los valores del abogado y guiar a los jóvenes que incursionan en la carrera de Abogacía hacia el verdadero espíritu de la profesión.
A lo largo de brevísimos ensayos, Ossorio sobrevuela los más diversos asuntos, dilemas, contratiempos, que enfrenta el abogado en el ejercicio diario de la profesión: en su bufete, en los tribunales, con la contraparte, en su relación con el cliente, en su vida personal, en la relación con sus colegas. Su visión de la Abogacía y de los abogados, despuntando el siglo XX, y tras 25 años de profesión, obliga al practicante del siglo XXI a una ineludible reflexión acerca del espíritu que impulsa la actividad al día de hoy. En palabras del propio autor: “al saborear en tan amplio período la vida interna de mi carrera, (…) se ha ido formando una red de conceptos, una serie de concreciones espirituales, una decantación de la voluntad, una categoría de ideas abstractas, que vienen a ser como el sedimento de mi existencia profesional”.
Un abogado –afirma– debe defender lo justo, y hacer todo lo moralmente posible para defender a un cliente, pero ello implica ser cauteloso y no caer en “el qué dirán”, puesto que ello puede llevarnos a ser quienes no somos en realidad.
En una sociedad capitalista, donde las personas y las profesiones suelen perseguir el rédito económico ante todo, Ossorio recuerda qué es lo justo, equitativo, bueno y prudente, en la práctica de la Abogacía: “No trabajéis solo por el indispensable mantenimiento, ni por la riqueza. Sin desdeñarlos –ello sería necio–, trabajad primordialmente por hacer el bien, por elevaros sobre los demás, por el orgullo de llenar un cometido trascendental. Creed, creed... Mal trabajo es el que se ejerce sin lucro; pero el que se arrastra sin fe es mil veces más angustioso, porque tiene todos los caracteres de la esclavitud”.